En el Hospital Veterinario Villablanca la casuística en Traumatología es abundante, puesto que el servicio 24 horas atiende numerosos casos por traumatismos, como accidentes de tráfico, caídas desde alturas y peleas entre animales.
Los traumatismos suelen afectar sobre todo extremidades, caja torácica y cabeza. También la pelvis y el raquis se fracturan y se dislocan sus articulaciones frente a impactos directos. Estas situaciones producen desde cojeras hasta la parálisis en caso de un trauma espinal o cerebral.
Una vez el animal llega a nuestro servicio se evalúa y explora detenidamente en busca de las lesiones que pueda presentar. Si es necesario se le examinará mediante radiología y ecografía. Puede complementarse el estudio con una analítica sanguínea y urinaria para tener un conocimiento del alcance de las lesiones. Será muy importante establecer un pronóstico, es decir, averiguar si son lesiones leves, moderadas o graves.
Las lesiones de tejidos blandos (piel, músculo, órganos, etc.), pueden requerir una intervención quirúrgica casi inmediata dependiendo de la situación del paciente. Las lesiones en los huesos, en su mayoría, deben ser operadas y han de estudiarse previamente los pros y contras frente a una operación. No es lo mismo una fractura sin desplazamiento en una pelvis de un perro de 8 meses y de 5 kg de peso, que una fractura múltiple (conminutiva) de húmero en un animal adulto de 40 kg.
Una vez que los cirujanos y anestesistas estudian al paciente con sus condicionantes, se procede a realizar una anestesia general y se realiza la intervención, en la que se ha de fijar y estabilizar la fractura, condición “sine qua non” para que un hueso cicatrice y vuelva a la normalidad.
Existen numerosos métodos de fijación y estabilización pero los más utilizados en Traumatología Veterinaria son: Cerclajes, Agujas, Clavos, Fijadores Externos, Placas y Tornillos. El material de los mismos puede ser Acero Quirúrgico o Titanio.
Estos métodos de fijación pueden ser usados de modo aislado o ser combinados entre sí. Es frecuente para un traumatólogo combinar unas agujas con un cerclaje o un Fijador Externo con un clavo intra-medular, etc.
Tan importante como la reparación de la/s fractura/s es el periodo del post-operatorio: la convalecencia. Este periodo oscila entre las 10 y 14 semanas y durante este tiempo es muy importante seguir las recomendaciones del traumatólogo, tomar disciplinadamente la medicación y evitar que el animal se toque o se traumatice la herida quirúrgica. Para esto existen medios como el Collar Isabelino o el bozal y sobre todo el reposo y el control del ejercicio, que debe ser restringido y vigilado en las primeras semanas.
Tiene gran importancia la Rehabilitación y la Fisioterapia. Nuestro servicio de traumatología le recomendará las mejores medidas para que su perro o gato vuelva a ser el mismo que antes del accidente.